Châracterísticas ortográficas

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Como se puede ver contrastando con el moderno "características ortográficas", el español (o castellano) ha experimentado cambios significativos en su ortografía a lo largo de los siglos. Este artículo explora la evolución de la lengua en su escritura, distanciándose gráficamente de otras lenguas romances como el francés y el portugués. También analizaremos algunos de los decretos de la Real Academia Española (RAE) que han dejado su huella en la escritura de nuestro idioma.

Antonio de Nebrija y la primera gramática del español

En 1492, Antonio de Nebrija publicó la "Grammatica Castellana", un intento pionero de estandarizar la estructura y ortografía del español. Aunque fue la primera gramática de una lengua moderna en Europa, su importancia inicial fue limitada, ya que el castellano no era aún considerado una "lengua de cultura". En esa época, la variabilidad de formas era común, no solo en la lengua cotidiana, sino también en escritos oficiales - inclusive dentro de la misma gramática de Nebrija.

Interesante, pero no sorpresivamente, los impulsores de las discusiones sobre ortografía y gramática eran principalmente individuos acomodados y alfabetizados, con tiempo libre y acceso a clásicos en latín, griego y otras lenguas. Esta élite tenía una influencia económica e intelectual significativa, marcando un contraste con los hablantes de español rural, quienes nunca han podido adueñarse de las actualizaciones ortográficas y gramáticas de la RAE, no solo por la realidad socioeconómica de muchos de ellos, sino también por la estigmatización que sufre su variedad lingüística.

Adiós a la "ç" y a la "u" con doble articulación

En 1726, la RAE estableció la "v" como consonante y la "u" como vocal. En la Edad Media, la "u" tenía ambas articulaciones y se escribía "V" en mayúscula - convenciones heredadas del latín. Aunque ya no hay confusión, persiste un vestigio gráfico registrado en la gramática de Nebrija: la h intrusiva que indicaba que la "u" debía pronunciarse como /w/ en el diptongo "ue". Por ejemplo, "hueso" antes se escribía "ueso"/"VESO" (del latín "ossum" - "osario"), y su pronunciación se podía confundir con "beso". Otro caso es "ueuo"/"VEVO" ("huevo" del latín "ovum" - "oval"), que podía malinterpretarse con "bebo". Aunque esta "h" protética carece de justificación etimológica y solo actuaba como un signo diacrítico, quedó fosilizada en la ortografía de nuestro idioma.

Adicionalmente, se eliminó la "ç," también conocida como cedilla, c caudata o, informal y jocosamente, "c con colita". Aunque la cedilla perdura en portugués, catalán, occitano y francés, generalmente con el sonido de /s/, en el español medieval representaba el sonido de [ts]. Con la simplificación de sibilantes, ocurrida en los siglos XVI y XVII, la distinción entre los fonemas z [dz] y ç [ts] desapareció. La RAE respondió simplificando el alfabeto y eliminando la grafía ç. Ejemplos de palabras afectadas incluyen:

  • ça (caça)→ za (caza)
  • ze (hazer)→ ce (hacer)
  • zi (vezino)→ ci (vecino)
  • ço (coraçón)→ zo (corazón)
  • çu (çumo)→ zu (zumo)

Fijación, reducción y simplificación de combinaciones consonánticas 

Ese mismo año, la RAE tomó medidas para fijar y simplificar varios grupos consonánticos cultos. Argumentando que se debían mantener las raíces y escribir uniformemente “para evitar violencia en la pronunciación”, estableció reglas para palabras que presentaban dudas ortográficas y pronunciaciones ambiguas. Aunque la vacilación era común entre palabras como "dotor/doctor", "dino/digno", "conceto/concepto", "mostruo/monstruo", "estraño/extraño", entre otras, la RAE decidió mantener dichos grupos. En estos casos, muchas de las grafías reducidas concuerdan con el portugués moderno. Algunos ejemplos notables incluyen:

  • -bst-, -bstr- → abstinencia, substancia, abstraer
  • -ct- → docto, pacto, producto, efecto, recto
  • -gn- →digno, maligno, magno, signo, asignar
  • -mn- → solemne, himno, ómnibus, amnesia
  • -pt- → precepto, concepto, apto, captar, optar
  • -nsc-, -nscr- → transcendental, transcurso, transcripción
  • -nsp- →conspiración, transplante, transponer, transportar
  • -nstr- → instruir, monstruo, demonstración, construir
  • -sc- → ascender, disciplina, consciencia
  • -x+c, p, t, qu- → excelente, experiencia, extender, exquisito
  • -x+cl, cr, pl, pr, tr- → exclamar, excremento, explicar, expresar, extraño

Cabe destacar que hubo excepciones justificadas por dos principales motivos. Primeramente, la “aceptación común entre hablantes y escritores”, como es el caso de mostrar (no monstrar), conciencia (no consciencia), fruta (no fructa), conocer (no conoscer), crecer (no crescer), traslucir (no translucir), entre otras. Y la segunda justificación facilitaba la distinción de significado entre palabras patrimoniales y palabras eruditas, por ejemplo: respeto vs. respecto, afeitar vs. afectar, hoja vs. foja, catar vs. captar, etc.

Contrariamente, redujo algunos grupos consonánticos difíciles de pronunciar - léase, difíciles de pronunciar para la élite, adicionalmente a los demás:

  • -mpc- (assumpción) → -nc- (asunción) 
  • -mpt- (prompto) → -nt- (pronto)
  • -nct- (sancto) → -nt- (santo)

Dado que las dobles consonantes y combinaciones consonánticas del griego y latín abundaban, pero carecían de funcionalidad práctica - en francés moderno aún se mantienen intactas - la RAE llevó a cabo las siguientes simplificaciones:

  • -bb- (abbreviar) → -b- (abreviar)
  • -dd- (addición) → -d- (adición)
  • -ff- (sufficiente) → -f- (suficiente)
  • -gg- (aggressivo) → -g- (agresivo)
  • -mm- (grammática) → -m- (gramática)
  • -pp- (apprehender) → -p- (aprehender)
  • -ss- (fuesse) → -s- (fuese)
  • -tt- (attender) → -t- (atender)
  • -ch- (patriarchâ*) → -c- (patriarca)
  • -ph- (phantasma) → -f- (fantasma)
  • -rh- (rhetórica) → -r- (retórica)
  • -th- (theatro) → -t- (teatro)

*El acento circunflejo indicaba que la combinación “ch” del griego/latín se debía pronunciar como /k/ y no como en la palabra patrimonial “mancha”. 

La "x" de México y la "j"

En 1815, la RAE cambió "qu", heredada del latín, a "c" (/k/) en palabras como "quanto" y "frequente". Otro cambio ortográfico importante fue el de "x" → "j", reflejando la culminación del sonido "sh", escrito "x", que dio lugar a "j" entre XVI-XVII. Durante la Conquista de México en 1521, aún se decía "Méshico", pronunciación existente en portugués moderno. Sin embargo, como era de esperarse, México nunca aceptó el cambio ortográfico por nacionalismo y la RAE pasó de rechazar la "x" categóricamente en 1815 a aceptarla, pero no preferirla, en 1992, a finalmente recomendarla para el nombre del país y su gentilicio en 2001. Por otra parte, continúan produciéndose cambios en la lengua, y también otras resistencias, como en las palabras provenientes del griego: "psicología/sicología", "psicosis/sicosis" y "pseudónimo/seudónimo".

En síntesis, la evolución del español a lo largo de los siglos ha sido un proceso dinámico y, en muchas ocasiones, controvertido. Desde los esfuerzos de Antonio de Nebrija en el siglo XV hasta las decisiones de la RAE en los siglos XVIII y XIX, la lengua ha experimentado transformaciones tanto naturales como impulsadas por la élite letrada que lidera los movimientos de estandarización. La supresión de la "ç", la preservación de algunos grupos consonánticos cultos y el cambio de "x" a "j" reflejan la adaptación del idioma a las necesidades lingüísticas, siempre dentro de un marco social e histórico – y lo sigue haciendo hoy día. Este proceso demuestra la voluntad de moldear nuestra lengua escrita, dejando patente la coexistencia de otras variedades tan complejas y ricas que también van dejando su huella en la lengua normativa

Obras consultadas


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Centuries in Ink: "Châracterísticas orthográphicas" ("Spelling Characteristics")

As can be seen in contrast with the modern "características ortográficas," Spanish (or Castilian) has undergone significant changes in its spelling over the centuries. This article explores the evolution of the language in its written form, graphically separating itself from other Romance languages such as French and Portuguese. We will also analyze some of the decrees from the Royal Spanish Academy (RAE) that have left their mark on the way Spanish looks.

Antonio de Nebrija and the First Grammar of Spanish

In 1492, Antonio de Nebrija published "Grammatica Castellana," a pioneering attempt to standardize the structure and spelling of Spanish. Although it was the first grammar of a modern language in Europe, its initial importance was limited, as Castilian was not yet considered a "language of culture." During that time, variability in forms was common, not only in everyday language but also in official writings - even within Nebrija's own grammar.

Interestingly, but not surprisingly, discussions on spelling and grammar were primarily led by affluent and literate individuals with leisure time and access to classics in Latin, Greek, and other languages. This elite had significant economic and intellectual influence, contrasting with rural Spanish speakers, who have not been able to take ownership of the RAE's orthographic and grammatical updates, not only due to their socio-economic reality but also because of the stigmatization of their linguistic variety.

Farewell to "ç" and double articulation of "u"

In 1726, the RAE established "v" as a consonant and "u" as a vowel. In the Middle Ages, "u" had both articulations and was written as "V" in uppercase - conventions inherited from Latin. Although there is no longer any confusion, a graphic vestige remains, registed in Nebrija's grammar: the intrusive "h" indicating that "u" should be pronounced as /w/ in the diphthong "ue." For example, "hueso" used to be written as "ueso"/"VESO" (from Latin "ossum" - "osario"), and its pronunciation could be confused with "beso." Another case is "ueuo"/"VEVO" ("huevo" from Latin "ovum" - "oval"), which could be misinterpreted as "bebo." Although this protetic "h" cannot be justified etymologically and only acted as a diacritical sign, it became fossilized in Spanish spelling.

Additionally, the "ç," also known as cedilla, c caudata, or informally, "c with a little tail," was eliminated. Although the cedilla still exists in Portuguese, Catalan, Occitan, and French, usually with the sound /s/, in medieval Spanish, it represented the sound [ts]. With the simplification of sibilants in the 16th and 17th centuries, the distinction between the phonemes z [dz] and ç [ts] disappeared. The RAE responded by simplifying the alphabet and eliminating the letter "ç." Examples of affected words include:

ça (caça) → za (caza)
ze (hazer) → ce (hacer)
zi (vezino) → ci (vecino)
ço (coraçón) → zo (corazón)
çu (çumo) → zu (zumo)

Consolidation, reduction, and simplification of consonant combinations

In the same year, the RAE took measures to fix and simplify various learned consonant groups. Arguing that roots should be maintained and words written uniformly "to avoid violence in pronunciation," it established rules for words with ambiguous spelling and pronunciation. While hesitation was common in words like "dotor/doctor," "dino/digno," "conceto/concepto," "mostruo/monstruo," "estraño/extraño," among others, the RAE decided to retain these clusters. It should be noted that in many cases, the reduced spellings aligned with modern Portuguese. Some notable examples include:
  • -bst-, -bstr- → abstinencia, substancia, abstraer
  • -ct- → docto, pacto, producto, efecto, recto
  • -gn- → digno, maligno, magno, signo, asignar
  • -mn- → solemne, himno, ómnibus, amnesia
  • -pt- → precepto, concepto, apto, captar, optar
  • -nsc-, -nscr- → transcendental, transcurso, transcripción
  • -nsp- → conspiración, transplante, transponer, transportar
  • -nstr- → instruir, monstruo, demonstración, construir
  • -sc- → ascender, disciplina, consciencia
  • -x+c, p, t, qu- → excelente, experiencia, extender, exquisito
  • -x+cl, cr, pl, pr, tr- → exclamar, excremento, explicar, expresar, extraño
It is worth noting that there were exceptions justified by two main reasons. Firstly, "common acceptance among speakers and writers," as in the case of mostrar (not monstrar), conciencia (not consciencia), fruta (not fructa), conocer (not conoscer), crecer (not crescer), translucir (not translucir), among others. The second excuse is that the difference in meaning between heritage words and erudite words was easy to maintain, for example: respeto ("respect") vs. respecto ("with respect to"), afeitar ("shave") vs. afectar ("affect") , hoja ("leaf") vs. foja ("official document"), catar ("sample" or "taste") vs. captar ("capture"), etc.

On the other hand, some difficult-to-pronounce consonant clusters were reduced - in other words, difficult for the elite to pronounce, in addition to others:
  • -mpc- (assumpción) → -nc- (asunción)
  • -mpt- (prompto) → -nt- (pronto)
  • -nct- (sancto) → -nt- (santo)
Since double consonants and consonant combinations from Greek and Latin were abundant but lacked practical functionality - in modern French, they are still untouched - the RAE made the following simplifications:
  • -bb- (abbreviar) → -b- (abreviar)
  • -dd- (addición) → -d- (adición)
  • -ff- (sufficiente) → -f- (suficiente)
  • -gg- (aggressivo) → -g- (agresivo)
  • -mm- (grammática) → -m- (gramática)
  • -pp- (apprehender) → -p- (aprehender)
  • -ss- (fuesse) → -s- (fuese)
  • -tt- (attender) → -t- (atender)
  • -ch- (patriarchâ*) → -c- (patriarca)
  • -ph- (phantasma) → -f- (fantasma)
  • -rh- (rhetórica) → -r- (retórica)
  • -th- (theatro) → -t- (teatro)
*The circumflex accent (â) indicated that the "ch" combination from Greek/Latin should be pronounced as /k/ and not as in the heritage Spanish word "mancha."

The "x" of Mexico and the "j"

In 1815, the RAE changed "qu," inherited from Latin, to "c" (/k/) in words like "quanto" and "frequente." Another significant orthographic change was "x" → "j," reflecting the transition of the "sh" sound, written "x," to "j" (harsh English "h") between the 16th and 17th centuries. During the Conquest of Mexico in 1521, the word "Mexico" was still pronounced as "Méshico", a pronunciation that is current in modern Portuguese. However, as expected, Mexico never embraced the orthographic change due to nationalism. The RAE went from categorically rejecting the "x" in 1815 to accepting it, but not preferring it, in 1992, and finally recommending it for the country's name and its people in 2001. Meanwhile, changes continue to occur in the language, along with other cases of resistance, as seen in words from Greek: "psicología/sicología," "psicosis/sicosis," and "pseudónimo /seudónimo."

In conclusion, the evolution of Spanish over the centuries has been a dynamic and often controversial process. From Antonio de Nebrija's efforts in the 15th century to the decisions of the RAE in the 18th and 19th centuries, the language has experienced transformations driven by both natural evolution and the literate elite leading standardization movements. The removal of "ç," the preservation of certain learned consonant clusters, and the shift from "x" to "j" reflect the language's adaptation to linguistic needs, always within a social and historical framework – a process that continues to this day. This evolution showcases the willingness to shape the written language, highlighting the coexistence of other complex and rich non-official varieties that also leave their mark on the normative language.

References:






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