Asimilación: el caso de la "b muda" en /koʊm/ y /θʌm/ ("comb" y "thumb").

Encontré este video en Facebook y leí muchos comentarios que cuestionaban que la 'b' fuera muda en ciertas palabras del inglés. Sin embargo, lo que la profesora explica es cierto, y esta regla aplica para todas las variedades del inglés, no solo para la versión americana. 

Aquí les va el choro lingüístico del día: en todos los casos del video, la 'b' efectivamente es muda. La explicación radica en un fenómeno lingüístico llamado asimilación. La 'b' se asimila al sonido de la 'm', lo que significa que la posición de los labios es idéntica en ambos sonidos bilabiales, por lo que la 'b' realmente no llega a “explotar” o articularse. Por esto, algunas personas en los comentarios la describen como una “’b’ a medias”, mientras que otros, incluyendo hablantes nativos, la califican como una "soft b". La “b suave” existe en posición intervocálica en español, representada por /β/ como en la palabra “nube”, y no tiene nada que ver con la "b muda" de las palabras del video. Aunque por estas razones la defiendan con fervor, la realidad es que no se pronuncia.

La asimilación es común en todo idioma, y el español no es excepción. Por ejemplo, al decir "un peso", todos pronunciamos /umpeso/ en el habla cotidiana, con sonido /m/, no /n/. Y es que el efecto de la grafía en nuestra mente tiene un efecto muy poderoso. En realidad, las letras pueden tener distintas manifestaciones fonéticas, incluso no ser pronunciadas, como sucede con la ‘h’ del español, en palabras como “herir”, “horno”, y “hervir”, que algún día fueron pronunciadas como /f/ en latín y /x/ en castellano antiguo. Esta idea de que toda letra debe ser pronunciada sin excepción se refuerza también por lo que promulga(ba) la Real Academia Española (RAE), especialmente en sus inicios, sobre la "única forma válida" de pronunciar el español, la del español "culto”, cuando en los idiomas existen distintos acentos y registros dependiendo de las regiones y contextos sociales.

Por otra parte, la inclusión de la 'b' en "debt" y "doubt" durante el inglés medio fue un intento de imitar el latín, donde esas palabras tenían 'b': "debitum" y "dubita[re]". Era un acto de esnobismo lingüístico para presumir el conocimiento del latín, aunque curiosamente, estas palabras llegaron al inglés medio a través del francés "dette" y "doute", donde ya no había ninguna "b". Por motivos similares, la RAE reintrodujo o mantuvo la 'c' y la 'g' (entre otras) en palabras como "doctor" y "digno", generando una distinción social que perdura hasta nuestros tiempos. Este fenómeno no ocurrió en portugués, donde esas letras se siguen omitiendo.

- São Paulo, 8 de marzo de 2016.


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